El esquema de producción agrícola, siguiendo las tendencias de la
“Revolución Verde”, ha causado enormes problemas ambientales y de
sostenibilidad financiera, económica, social y cultural en las comunidades de
Colombia y de otros países en vías de desarrollo. La Revolución Verde fue una
tendencia que inició después de la segunda guerra mundial y pretende asegurar
la máxima producción de cultivos por unidad de área sin tener grandes
consideraciones en el tipo y cantidad de insumos sintéticos a emplear. Los
sistemas de producción agropecuaria en Colombia siguen principalmente la
corriente de “Revolución Verde”.
El uso
indiscriminado de insumos químicos ha causado enormes problemas en la salud de
los habitantes rurales y de los consumidores finales, en la calidad de las
aguas, del suelo y del aire y en la explosión demográfica de muchas plagas de
importancia económica en los principales cultivos del país. Por otra parte, el
cambio climático es uno de los principales problemas medioambientales del mundo
actual. El efecto invernadero, el cual es el principal componente del cambio
climático, se ha fortalecido con los sistemas de producción agropecuaria con
énfasis en “Revolución Verde”. El uso de combustibles fósiles, los cuales son
materia prima de la mayoría de agroquímicos, de fertilizantes nitrogenados y la
deforestación por búsqueda de nuevas áreas para cultivo, contribuyen
sustancialmente a incrementar la concentración de gases de efecto invernadero
en la atmósfera.
A pesar de
este panorama sombrío, existen alternativas amigables con el medio ambiente y
que a la vez son productivas y buscan la sostenibilidad. La agroforestería, la
agricultura y ganadería orgánica, ecológica y sostenible, y el manejo
sostenible de bosques son algunas de las estrategias para mejorar nuestra
relación con el medio ambiente y los recursos naturales. Aunque estos sistemas
son una alternativa, no son una panacea ni aplican para todos las situaciones
particulares. El manejo de cualquier sistema de producción implica introducir
un enfoque holístico, en el cual se maneje el sistema como un todo y sus
componentes e interacciones entre ellos integradamente.